viernes, 15 de junio de 2012


Síndrome de Sjögren

El sindrome de Sjögren (SS) es una enfermedad autoinmune, crónica, inflamatoria que se caracteriza por infiltración de las glándulas exocrinas por linfocitos y células plasmáticas.
Al igual que en la mayoría de las enfermedades del tejido conectivo se involucra la tríada de autoinmunidad, susceptibilidad genética y desencadenante ambiental.
Los síntomas clínicos principales y las complicaciones están relacionados con la destrucción de las glándulas y la sequedad de las mucosas. Los síntomas típicos son la keratoconjuntivitis sicca por disminución de la secreción lacrimal, la xerostomía por disminución de la secreción de saliva y la sequedad vaginal.

Etiología
Como en la mayoría de las enfermedades autoinmunes, la causa del SS es desconocida y la patogenia es multifactorial. Se ha relacionado esta patología con algunos factores endógenos. Entre estos destacan los genéticos. Se ha encontrado relación con el HLA DR 3 (Alelos DRB1 0301 y DRB3 0101) y el HLA DQB1 0301. Se ha podido relacionar también con algunos genes de proteínas del complemento, citoquinas o receptores de linfocitos, entre otros.
El hecho de que este síndrome tenga una clara preferencia por la población femenina indica que deben existir además componentes hormonales (estrógenos, andrógenos y prolactina).
Los factores exógenos supuestos encontrados hasta hoy son virus, destacando el virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, herpesvirus y retrovirus (HTLV y VIH). Se ha detectado presencia de secuencias virales de estos virus en células epiteliales, pero no ha sido posible constatar infección viral.

Manifestaciones bucales:
 Los enfermos con sequedad oral se quejan de ardor en la boca, dificultad para masticar y tragar alimentos secos y que los alimentos se les quedan pegados en la boca. A menudo el gusto cambia y no pueden hablar seguido por mucho rato. La aparición de caries dentales se acelera. En la mayoría de los pacientes las glándulas parótidas o las submandibulares están difusamente aumentadas de tamaño, firmes e indoloras. La mucosa oral se ve seca, pegajosa y a veces ulcerada. La lengua está seca enrojecida y se aprecia una atrofia de las papilas filiformes. La biopsia de glándulas salivales menores puede hacerse si se quiere confirmar el diagnóstico. Muestra múltiples agregados de linfocitos que reemplazan al tejido acinar.
Prevalencia:
La prevalencia del SS en adultos se encuentra entre el 0,5 y el 4% según los criterios usados. Es al menos 10 veces más frecuente en la mujer y se diagnostica hacia los 50 años (perimenopausia). El SSs aparece en más de un tercio de los pacientes con AR, y con menor frecuencia en ES, EMTC y D-PM. En las enfermedades autoinmunes organoespecíficas, como en la tiroiditis de Hashimoto, el SSs es 10 veces más frecuente que en la población normal y viceversa.

Tratamiento
No hay terapia causal, al no conocerse su etiología, y los tratamientos actuales están limitados a los conocimientos de la patogenia de la enfermedad. Como lo fundamental es la falta de la secreción glandular, es imprescindible el tratamiento local sustitutivo para el ojo seco y la estimulación de las glándulas útiles para la sequedad oral. El resto de los tratamientos pretenden inhibir el proceso inflamatorio, como sucede en otras enfermedades autoinmunes. Todo ello, aunque nos parezca poco, es de gran alivio para estos pacientes, ya que una terapia adecuada mejora considerablemente su calidad de vida.
Existen una serie de medidas básicas para evitar la sequedad que son:
1.        Beber más de un litro y medio de agua al día. El paciente llevará un botellín de agua y cada media hora beberá un poco, manteniendo el líquido en la boca durante unos segundos.
2.       Humedecer el ambiente con humidificadores y evitar aires acondicionados y lugares muy aireados.
3.       Cuando los síntomas sean muy intensos, se debe remitir al paciente al dentista o el oftalmólogo, para descartar infección bacteriana o micótica de las mucosas.
4.       Es primordial averiguar si el paciente podría estar tomando fármacos xerogénicos, ya que son muy numerosos y se utilizan frecuentemente: desde antidiarreicos hasta tratamientos oncológicos con quimioterapia.

Prevención:
Al no saber el causante, no se puede prevenir.



Medidas en la atención dental:
Deberemos ser cuidadosos al querer inspeccionar intraoralmente, ya que los pacientes presentarán condiciones de sequedad bucal muy severas, por lo que fácilmente se podrían romper las comisuras o provocar úlceras al pegarse elementos en la mucosa bucal. Es por esto que debemos hidratar los labios y las mucosas antes.
También tenemos que tener claro que al haber condiciones de hiposalia, aumentará la prevalencia de caries  y de cándidiasis, por lo que deberemos citar a control con más frecuencia.

Bibliografía:

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